"¡Maldito sea! No quiero seguir pensando en eso; es que
estoy... ¡Eso es!, estoy nervioso. No quiero saber
más de este asunto. Con la ayuda de Dios, me consigo
una pensioncita y me retiro. ¡Diantre!, yo... yo no
quería... yo sólo... ¿Será que soy
blandito como dice el teniente? ¡Qué escalera
más larga! Bueno, ya llegué, !Qué
mier..! No. No debo de hablar así. Yo no acostumbro a
expresarme de esa forma. ¿Estarán todas esas
personas esperando al... al médico. ¡Qué
médico ni que ocho cuartos, es un siquiatra y se
acabó! Bueno, si puedo pensar, en forma clara y
lógica, como lo hago, entonces estoy bien; es decir,
estoy completamente cuerdo; sí, sí, tal vez un
poco nervioso... ¡Aunque cualquiera se pone así!
Uno se embolla en... en el... en ese trabajo, y... Deja
sentarme, mirar alguna revista, leer algo. cualquier cosa
para matar el tiempo. ¿Matar? ¿Por qué no
puedo olvidar esa maldita palabra!" -¡Coño!
-Perdonen señores; perdone usted señorita. Fue
un pensamiento en voz alta; ¡perdóneme!
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Déjame hojear esta
revista. ¡Qué metida de pata! Siento cómo
si todos me estuvieran mirando. Cerveza Schaeffer es la
mejor cuando... Una palabra se le zafa a cualquiera. La
cuenta Ideal es... El reloj irrayable... La salchicha del
sabor... Tome Pepsi... Me están mirando; yo sé
que me están mirando; pero no los voy a mirar.
¡Anuncios! ¡Qué muchos anuncios! Bueno,
aquí hay algo: Diez síntomas que anuncian la
infidelidad de su pareja. Interesante título. Aunque,
eso no va conmigo; pero, hay que leer de todo, pues como
dice el refrán, Cuando uno está de malas hasta
la mujer... ¡Ah!, llamaron a otro; pronto
llegará mi turno. ¡Dios mío! No hago nada
más que estar un ratito sin hacer nada y vuelvo a
pensar en... ¡y no quiero! Fue una equivocación;
esas cosas pasan. Me acuerdo de la vez que cogí al
hijo del senador con estupefacientes.
Bueno, eso de meterse uno con los de arriba, de que me
trasladaran a Vieques o a Culebra, a la verdad que no me
agradaba; en esta vida el pez grande se come al más
chiquito. Lo del hijo del senador había que dejarlo
quieto. ¡Claro que cogí mi ayudita! Turnos de
día, cero plantón, cero quemarse en el
tráfico del medio día con el sol pegado a la
espalda... ¡No señor! Mejor el patrullaje en
auto, y, bueno, había que cobrar el favorcito.
Después de todo, ¡allá Marta con sus
pollos!, el que quiera drogarse que se... ¡Tan bien que
me iba! ¡Qué más podía pedir, con
seis años en la fuerza y sargento. ¡Lo
qué son las cosas, tener que pasarme ésto!
¡Esa mujer, qué linda es! La verdad es que tiene
unas piernas... ¡qué si yo... Yo soy un hombre
joven y tengo la vida por delante... Con la pensión
que el Fondo del Seguro me apruebe y lo que reciba del
Seguro Social, se vive bien; y ésto es pa' seguida,
pues por los nervios no hay que someter tanta evidencia. Los
siquiatras con tal de mantener el negocito... ¡jum!
¡Olvídese usted!, que en este país todo
se compra; y yo no soy el único que... Bueno, para
mí lo primero es la salud; aunque en este trabajo que
tengo siempre se tiene la vida en peligro. ¿Tengo?
¡Tengo no, tenía! Tenía porque lo que soy
yo aprovecho, y ... Hay que pensar siempre positivo; todo me
va a salir bien. ¿Claro que...
-Sí gracias. ¡Ay!, lo siento, creía que
era por esa puerta. Sí, sí, ya sé.
¡Cómo se gana los pesos este
médico!, con aire acondicionado alfombras a todo
lujo...
-Gracias, ¡Sargento Riollano para servirle! No, de
Comerío; del Salto de Comerío. Mi familia
todavía vive por allá. Bien doctor, lo que
pasa es que odio a la gente que quiere pasarse de la raya.
Ese tipo era de esos... usted sabe, había una huelga,
yo... yo, yo... bueno, aquel día en la
mañana... dio un discurso frente a los portones de la
empresa y allí habló pestes del Cuerpo; o sea
de la Uniformada. ¡Nos embarró como le dio gusto
y gana! Dijo que nosotros éramos peones de los ricos.
Que estábamos en contra de los trabajadores y en
contra de nuestros propios intereses. ¡Y qué
cosa!, nos llamó obreros; sí, dijo que eramos
obreros; que vivíamos engañados, que los ricos
nos usaban, que nos ponían a pelear entre nosotros
mismos; que... ¡No le digo qué ese tipo era
subversivo! Sí, ¡un verdadero comunista!
¿Yo? Yo soy católico. Soy de los Caballeros de
Colón, y, creo... ¡Creo no! ¡Estoy
convencido! ¡Convencido de que los Comunistas, los
Aleluyas, y los Pipiolos lo que quieren es destruir a
nuestro país! Yo no; yo lo que quiero es defender la
democracia. Siempre lo he hecho. Cuando era adolescente fui
miembro del Civil Air Patrol. Cuando llegué a adulto
serví en el U.S. Army; y cuando me licencié,
ingresé en la Policía; a luchar por la ley y
el orden; por la democracia. Yo soy americano. Americano de
clavo pasao. Vivo orgulloso de ser ciudadano de los Estados
Unidos. ¿Sabe, yo estuve estacionado en Fort Brag? Yo
he visitado varias ciudades allá en el norte. No, no
he visitado ningún otro país. Pues, me
licenciaron un poco antes de tiempo; bueno, usted sabe... yo
sólo hablaba un poco el Inglés; y no lo
sabía leer ni escribir. Ese tipo era peligroso
doctor. Lo sé; porque en la academia... No, no me
refiero a esa, me refiero a la Academia de la
Policía; allí nos mostraban películas
de como son esos agitadores. Además me había
caído mal con lo del discursito. Yo no soy un obrero.
¡Soy un profesional! Porque ser policía es ser
un profesional. ¿Entiende? Obrero es el que no es
profesional. Bueno, sí, me encuentro un poco
nervioso; es que nunca había... Bueno, de vez en
cuando daba mi bofetada o uno que otro macanazo; pero eso
era antes de ser sargento. Desde que me ascendieron, usted
sabe, ya uno no tiene necesidad; uno manda. ¿El
próximo viernes? Está bien. Gracias por su
ayuda. Sí, en la farmacia del Fondo del Seguro. Una
cada seis horas. Bien, bien, pues... gracias.
¡Caramba! ¡El doctorcito era buena gente; me
va a recomendar favorablemente para la pensión! La
oficina tiene su lujo; pero a la verdad que para estudiar
medicina hay que quemarse las pestañas por largo
tiempo. Tiempo... ¡Jum! tiempo es lo que me sobra a
mí. Mucho tiempo... Todo el mundo tiene su lado
flaco; el día que le robaron los vasos y los
candelabros del altar de la iglesia al Cura, hasta el
teniente pegó freno... En verdad me sorprendió
cuando lo hizo, porque cuando supimos que los ladrones no
habían respetado ni el sagrado templo y que se
habían robado hasta el cáliz de la
comunión, nos dio tanta rabia que... Bueno, recuerdo
que el teniente me ordenó que le buscara a otros dos
agentes más; para que juntos le arregláramos
el asuntito ese al sacerdote; fue entonces, cuando el Padre
Cura dijo que los cacos vivían en Canales; sí,
¡en el caserío Nemesio Canales! A la verdad que
yo no había visto nunca al teniente tartamudeando. La
cosa fue que pegó un frenazo que por poco deja las
guaretas en la brea. Allá convenció al
Padrecito de que para entrar al Caserío Nemesio
Canales se necesitaba la Fuerza de Choque de la
Policía; que Canales era territorio de nadie; y que
él no deseaba arriesgar la vida de sus hombres. Y...
¡Y ese fue el mismo que me llamó blandito por lo
de la huelga! ¡Blandito! ¡Más blandito es
él que... ¡Ja! El Cura se quedó con la
cara estirada, sin cáliz y sin candelabros.
¿Blandito? ¡So pendejo! Lo que pasa es que cada
cual sabe como se bate el cobre; esos tipos de Canales no se
quieren pa' na'; te limpian el pico sin encomendarse a
nadie; y al otro día te encuentran con la boca llena
de hormigas en un pastizal. ¡Y por el sueldo que a uno
le pagan...!
¡Pobre infeliz, yo nunca quise... Le dije que se
callara; se lo grité una y otra vez; pero
siguió hablando y hablando. Todo porque ordené
que se protegieran a los que querían entrar. Bueno,
yo sabía que no eran empleados regulares, pero eso a
mí me importa un pepino. El que quiera su trabajo que
trabaje y que no se ponga a piquetear. Aquella mujer si que
era tremenda artista; la verdad es que una cosa así
para pasar un día completo echado... ¡no tiene
precio! El mismo se lo buscó por seguir bembeteando;
por no querer callarse, por eso... ¡Suerte que con la
ayuda de mis compañeros todo quedó bien!
Fue... un tiro que se le zafó a uno de los
huelguistas. El caso se cerró y pa'lante. Bueno, no
puedo quejarme; después del problemita, el Club
Rotario me seleccionó Ciudadano del Año. Estoy
a punto de pensionarme; y lo más importante es que la
pensión no me impide conseguir algunos pesos
adicionales con las chiripas que pueda hacer aquí y
allá. Todo eso, más los cupones para
alimentos; y con las conexiones que tengo... ¡Bueno
para algo hice mis favorcitos! Lo del muerto fastidia; pero,
sé que lo olvidaré; después de todo, no
soy el primero. Todo es cuestión de tiempo.
Cuestión de tiempo y del
tratamiento...
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