Los
primeros libros infantiles |
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Los primeros libros, intencionadamente, destinados a los niños fueron, en su mayoría, producidos por pedagogos encargados de la instrucción de los hijos de los nobles y de las familias ricas. Predominaban en estos, las cartillas y abecedarios para enseñar a leer, los catecismos doctrinales, libros de historia, de fábulas, de aritmética, de modales y buenas costumbres, etc. Estos libros didácticos se enfrentaban, en aquel entonces, a las leyendas y cuentos folclóricos que, a pesar de su rudeza, capturaban la imaginación del niño. |
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Desde
entonces, la batalla por la hegemonía entre el
propósito didáctico y la finalidad
estética, en la literatura infantil, continúa.
De un lado están los que piensan que el
propósito esencial de la literatura para niños
debe ser didáctico. Según quienes así
piensan, la función primordial de los cuentos y
poemas es la de trasmitir conocimientos e instruir. Por otro
lado, estamos, los que consideramos que la principal
función de la literatura infantil es ser
disfrutada. |
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