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La planchadora
Andrés
Díaz Marrero
Con mi plancha de madera
a mí me gusta planchar
los trajes de la muñeca,
para llevarla a pasear.
¡Miren que lindo ha quedado!,
¡Qué hermoso le ha de quedar
el traje, recién planchado,
que le acabo de planchar.
Cierto que cuesta trabajo,
¿Cómo es que no va a costar?
Se suda mucho planchando,
eso dice mi mamá.
Yo por mi parte, les digo:
¡mi muñeca es especial!
¡Por eso es que no me quejo
cuando tengo que planchar!
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