Añoranza
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Añoranza
Andrés
Díaz Marrero
La imborrable esencia del
ahnelo,
trabajada y moldeada como arcilla,
verdeció nuevamente la amarilla
y olvidada, añoranza de un desvelo.
Tu perfume, tu voz, tu hermoso pelo,
al cruzar mi camino con tu orilla,
hincóme con dolor, cual dura astilla,
y me alejé presuroso, y con recelo.
Por un instante remontóse en vuelo,
y cual lucero que en mi noche brilla,
el ala de mis ansias, antes hielo,
olvidando tristezas, lloro y duelo,
al sentirse cercana de tu orilla,
lanzó un suspiro, que estremeció el
cielo.
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