Cuento de: |
Andrés Díaz Marrero |
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La hormiga
abrió la boca y lo dejó salir. El elefante,
tan pronto se encontró afuera, huyó
despavorido y hasta el presente no se le ha vuelto a ver.
Desde entonces, los elefantes, caminan despacio por temor a
destruir los hormigueros. |
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