Olvidos
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Olvidos
Andrés
Díaz Marrero
Tu olvido, es como el rumor
del agua que se aleja,
que se pierde en la distancia de un adiós;
es el volcán de ayer que duerme silencioso,
sin soñar la alegría, ni sufrir el amor.
Tu olvido, igual que una mañana desabrida,
busca aliviar con la distancia su dolor,
y en un difuso celaje alzar el vuelo,
retasar el pasado, clausurar la pasión;
beber del tiempo la gota transparente
y roer los hilos del recuerdo que vivió.
Pues, busca deshacer lo vivido y lo soñado,
lo sentido y sufrido por los dos.
Mi olvido, por el contrario, es sólo excusas;
un mero trepidar de un falso adiós;
que mientras más lo llamo, más responde:
con su fachada frágil de cartón,
con su juego de adultos, bien metido,
en la infancia febril del corazón.
Y juego al esconder con este olvido,
y pierdo siempre, no importa la razón;
pues, es tan falsa y tan mía esta locura,
que es: hasta siempre, a lo que él le llama
adiós
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